2. Derrames de Petróleo
Respuesta a Derrames de Hidrocarburos
Mientras que las partes volátiles se evaporan rápidamente, las partes restantes del petróleo comienzan a esparcirse y a meteorizarse inmediatamente después de haberse derramado.
El objetivo pricipal de la respuesta a un derrame de petróleo es reducir su impacto en la naturaleza, la salud y las actividades humanas. Las medidas de respuesta adecuadas dependen, en su mayoría, de una evaluación detallada y continua de las condiciones del derrame. Es decir, de la extensión del derrame, de su movimiento y del destino previsto. Los encargados de tomar las decisiones en tal caso son asistidos por un equipo de grupos asesores científicos, técnicos y financieros. Equipos bien entrenados, equipados y apoyados se movilizan para actuar en el lugar.
La primera reacción que se debe tener es intentar retener la mayor cantidad posible de petróleo en los tanques del buque en peligro antes de que se derrame en el mar. Para ello, el buque se estabiliza y el petróleo restante se bombea a otro petrolero.
Una vez liberado al mar, el derrame de petróleo debe ser monitoreado constantemente (ver página siguiente). En circunstancias normales (es decir, si las condiciones meteorológicas lo permiten), ésto se realiza con ayuda de helicópteros.
Se hace todo lo posible para recoger el aceite lo más cerca posible de la fuente del derrame. Una vez que el derrame comienza a extenderse y las partes pesadas se hunden, el aceite es muy difícil de eliminar.
La forma más eficaz de eliminar un derrame de petróleo de la superficie del mar es mediante su eliminación física. Ésto se puede llevar acabo conteniendo el sitio del derrame con una barrera. El petróleo permanecerá entonces dentro del área circundada y se puede eliminar de la superficie.
Si se pueden descartar riesgos adicionales para los seres humanos y el medio ambiente o al menos reducirse al mínimo, la quema del contaminante puede ser otra opción.
Los absorbentes o agentes de arreo pueden ayudar a reducir la extensión y el adelgazamiento de la película de aceite antes de su eliminación física de la superficie del agua.
Otra opción es el uso de dispersantes químicos. Cuando las condiciones para el uso de dispersantes son las adecuadas, su aplicación ha demostrado ser eficaz y, a fin de cuentas, ecológicamente aceptable (teniendo en cuenta que la alternativa podría ser una playa contaminada con hidrocarburos). Los dispersantes se pueden aplicar con barcos y/o aviones rociadores.
Cuanto más se propaga el derrame (debido a la influencia del viento y las corrientes), más delgada se vuelve la película. Una vez que el espesor de la película se reduce a menos de aproximadamente 1 mm, la eliminación física del hidrocarburo se vuelve casi imposible (consulta la Figura siguiente). Una vez que el espesor de la película sea inferior a aproximadamente 0,1 mm, el petróleo normalmente se deja sin tratar.